ECOGRAFIA CRITICA EN EL SHOCK
Este libro está dedicado exclusivamente al uso de la ecografía en el paciente crítico con shock de cualquier etiología, por lo que empezaremos el mismo con las siguientes preguntas:
• ¿Es necesario que el intensivista/emergenciólogo/anestesista/internista u otro especialista adquiera conocimientos avanzados en ecografía para el manejo del paciente con shock?
• ¿Existe alguna ventaja de que la ecocardiografía en el paciente crítico con shock sea realizada e interpretada por su médico tratante a pie de cama (p. ej. médico intensivista)?
• ¿Cuál es la recomendación de la conferencia de consenso internacional celebrada por la Sociedad Europea de Medicina Intensiva en el 2014 (la cual está aún vigente) respecto al papel que tiene la ecocardiografía en el diagnóstico y monitorización del shock?
La complejidad con la que se presenta en muchas ocasiones el paciente con shock hace que el interrogatorio, la exploración física, los análisis de laboratorio y los exámenes radiográficos convencionales sean insuficientes para poder hacer un diagnóstico certero y así poder administrar el tratamiento adecuado en el menor tiempo posible. Aunado a esto, debido a la inestabilidad que presentan estos pacientes, se encuentra la imposibilidad en algunas ocasiones de trasladarlos a áreas de otros métodos diagnósticos tales como la tomografía axial computarizada (TAC) y la resonancia magnética nuclear (RMN), por no poderse separar de los equipos y dispositivos que los mantienen con vida dentro de la unidad de cuidados intensivos (UCI). El aparato de ultrasonidos es transportable, por lo que es ideal para este tipo de pacientes. Con el mismo se pueden realizar estudios no invasivos con una alta sensibilidad y especificidad, rápido acceso-respuesta y muy buena relación costo-efectividad a pie de cama del paciente crítico sin necesidad de trasladarlo.
El uso de la ecografía en sus diferentes modalidades y en particular de la ecocardiografía en la UCI, sala de urgencias y salón de operaciones se ha convertido en un instrumento imprescindible en la asistencia de los pacientes con shock no solo como una herramienta diagnóstica que ayuda a determinar los mecanismos generadores del mismo, sino como una forma de monitorización hemodinámica avanzada en las que se pueden estimar casi todas las mediciones obtenidas por métodos invasivos de forma no invasiva, esto nos permite realizar valoraciones dinámicas de la respuesta fisiológica a la ventilación mecánica y a las intervenciones terapéuticas realizadas.